Barbarie contra Irak

Por José Luis Sampedro

La amenaza contra Irak se agiganta. Bush parece decidido a una mal llamada «guerra» que, dada su aplastante superioridad en armamento, es de hecho un crimen impune contra la humanidad.

  1. Arrasar Irak pretextando que alberga a terroristas es una hipocresía inaceptable. Los bombardeos aéreos no son la mejor arma para capturar a individuos o grupos terroristas, como lo demostró la supervivencia de Bin Laden en Afghanistan.
  2. La supuesta posesión de armas nucleares por Irak tampoco justifica la agresión. Primero, porque esas armas no han aparecido; segundo, porque las posee en abundancia Corea del Norte, con la que Bush acepta negociar.
  3. El pretexto de que Irak incumple un acuerdo de la ONU tampoco vale, puesto que Bush apoya sin reservas a un Israel que incumple tales mandatos reiteradamente.

En conclusión: La defensa de la libertad y la seguridad humana no es la causa de la agresión. Bush ataca para servir ambiciones estratégicas y los intereses petroleros y armamentistas de los grupos de poder que le hicieron presidente. En aras de esos factores y de su propia y codiciosa soberbia, Bush desprecia el derecho de gentes y se dispone a destruir vidas inocentes y bienes colectivos. Encarna una barbarie tecnificada y es ahora el más peligroso terrorista porque tiene los medios más mortíferos.

Ante tamaña monstruosidad callar es hacerse cómplice y colaborar es participar en un crimen de lesa humanidad. Si el gobierno español apoya la agresión, a sabiendas por encuestas de que dos tercios de españoles la rechazan, traicionará a la Comunidad Internacional y al pueblo al que pretende servir y representar.

Aun sin entrar en otros muchos aspectos de esa amenaza que a todos nos afecta, lo aquí expuesto es más que suficiente para oponerse a ella y para despreciar a Bush y a sus cómplices como enemigos de la Humanidad e indignos de la convivencia civilizada.