1980-1995

«Inicio la década de los ochenta con la publicación de Octubre, Octubre que añade al placer interior, el placer del reconocimiento a mi trabajo de escritor. Al fin, sin dejar de ser economista, el mundo se entera de que soy escritor. Lo que yo no sabía entonces es que con esa novela se iniciaba una trilogía, Los círculos del tiempo, cuyos dos títulos siguientes son La vieja sirena y Real Sitio.
En el terreno personal, sin duda lo más relevante fue el nacimiento de mi nieto en el ochenta, que a su vez se convirtió en acontecimiento literario. La novela inspirada por esa criaturita, La sonrisa etrusca ha resultado ser la más popular, la más vendida, la más conocida y traducida y me ha proporcionado muchas satisfacciones.
Otro acontecimiento personal de enorme repercusión fue la enfermedad y fallecimiento de mi primera esposa en el ochenta y seis.
Tras la fase del duelo, me consagré íntegramente a la literatura que llenó el vacío que dejaban mi mujer y la universidad hasta que encontré a Olga.
La década de los noventa se inicia con mi ingreso en la RAE y la publicación de La vieja sirena, ya mencionada. También se publicó la recopilación de mis cuentos en los volúmenes Mar al fondo y Mientras la tierra gira y la novela Real Sitio.
A mediados de la década escribí Monte Sinaí, el relato de mi experiencia en la UCI del hospital de ese nombre tras un ingreso en estado crítico.
Tuve la inmensa suerte de que alguien me esperó al pie del Monte Sinaí para ayudarme a cruzar el Puente Shinvat y me acompaña en la sala de espera, que es hoy mi vida».